Este es el título de la Cuarta exposición visitada de Fotoencuentros 2010. Pertenece a Gerardo Proal, y se muestra en la galería Babel.
¿De qué va?
La diversidad social sin duda existe, pero más allá de la misma prevalece la marginación y la desigualdad. Sin embargo, queda la duda sobre los sueños y la felicidad de las personas que habitan ese México diferente, aquel lejano al progreso, a la modernidad urbana y al crecimiento de las ciudades con las características que parece exigir la primera década del siglo XXI. Esas personas convertidas en personajes gráficos, nos muestran en sus miradas, en sus desplazamientos, su intimidad con la idea de sobrevivir. ¿Es acaso este anhelo más fuerte que sus colores? Nos comparten con facilidad su humilde grandeza, su dignidad de ser fieles a sus tradiciones y nos regalan de un solo golpe de vista, la contundencia de sus historias. No se busca nada más que manifestar respeto por aquellos que aspiran a trascender el día, con un mañana incierto para todo, para casi todo, porque lo único que pareciera podrán heredar, es la esperanza.
Opinión Personal
- La exposición:
Bastante mal organizada, ya que alterna fotografías en blanco y negro, con fotografías en color sin ningún hilo conductor.
En relación a las anteriores exposiciones, esta es la que menos me ha gustado.
- Las fotografías:
Sin ninguna relación aparente entre ellas. Lo único que las une es la nacionalidad, pero sin seguir un tema concreto.
Las fotografías son bastante "flojas", no transmiten nada, y en mi opinión no tienen ninguna intención.
- Algo curioso:
En esta exposición no encontré nada curioso para comentar.
- Algo negativo:
Prácticamente todo.
La enmarcación, en mi opinión, un poco anticuada.
De repente podías encontrar una fotografía en color, como una fotografía en blanco y negro, como una fotografía en blanco y negro con un toque de color.
Sin ningún tema ni organización en las imágenes.
- Fotografías a destacar:
Hubo dos fotografías que me llamaron la atención: una en la que aparecía una mano de un maniquí vendada y con sangre falsa por una especie de puerta (no la entendí, fuera de contexto, pero gráficamente me gustó), y la otra, una fotografía en la que aparecía un vaquero acstado en el suelo al lado de su caballo, éste también tumbado en el suelo. Lo mismo, fuera de contexto y sin ninguna relación con el resto de las imágenes.
- A destacar:
La descordinación y ausencia de tema.
Exposición no recomendada.
- Valoración media: 3
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